El estado de salud es un todo, en el que definitivamente
interviene una adaptación como menciona Green y Green (1979) de nuestro estado
mental, debido en gran parte al hecho de que todo cambio en nuestro salud
conlleva a un cambio emocional adaptativo, así pues, es comprobable con el
hecho de que las personas al enterarse de una enfermedad grave, producen un
estado de estrés, ansiedad y depresión que debe evolucionar a una aceptación de
la misma, sin embargo para lograrlo se sufre por distintos cambios en comportamiento
y adaptaciones de nuestro estado emocional, que a su vez son influenciados por
el medio externo en el que nos desenvolvemos, ya que dependemos de nuestro
medio social, estado económico, apoyo familiar, grado de educación, entre otros
muchos factores para prevenir o afrontar un estado mórbido, por ello
actualmente se acepta como lo menciona Becoña, Vazquez y Oblitas (2000), la
salud es un estado a desarrollar, pues nuestro cuerpo sufre constantes
agresiones día a día, segundo a segundo, que perturban y cambian a su vez
nuestro estado de salud.
Ahora debemos entender que el estado de salud de cualquier
individuo es única y exclusivamente responsabilidad de él mismo, ya que su
estilo de vida, así como hábitos higienicodieteticos y de autocuidado son los
principales factores que influyen en el estado de salud de un individuo. Al
entender esto podemos realizar y atacar
las enfermedades antes de que estas se presenten a través de la prevención
oportuna en cualquiera de los tres niveles
(primaria, secundaria o terciaria) primero, logrando hacer entender la
relación significativa entre un comportamiento especifico y los síntomas que
experimenta, reconociendo de esta forma una relación causa-efecto.
Por ello hemos pasado de entender el proceso salud enfermedad
a través de un modelo biomédico, de tipo reduccionista, y al que debe
reconocerse fue la puerta para los adelantos científicos y tecnológicos en
materia de salud que logro avances importantes en el entendimiento de la
enfermedad, a un modelo biopsicosocial, en el que no solo tomamos en cuenta al
proceso mórbido llevado dentro del organismo sino también a los procesos que
ocurren fura de este, entendiendo esto por el medio social y ambiental del individuo, así como el estado
psicológico en el que este se encuentre, gracias en gran medida a el
psicoanálisis, que como afirma Freud
(1959) en su teoría de las emociones, “las que no se expresan en palabras o acciones se traducen en alteraciones físicas”.
Al lograr entender todos los factores que intervienen en los
procesos patológicos, podemos entonces mejorar nuestra promoción a la salud
donde de acuerdo a McKeoen (1971) la mejora en las condiciones laborales,
económicas, nutricionales, de vivienda e higiene mejoran los niveles de salud más que inclusive las mejoras en los avances terapéuticos y
asistenciales.
BIBLIOGRAFÍA
1.
Labiano,
M. (2004) Introducción a la Psicología de la Salud. En L.A. Oblitas (Comp.),
Psicología de la Salud y Calidad de Vida. México: Thompson Learning.
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2.
Becoña,
E., Vázquez, L.F. y Oblitas, A.L. (1995)
Antecedentes y Desarrollo de la Psicología de la Salud. Revista de
Psicología Contemporánea, Vol. 2. No. 1, pp. 4-15. México. El Manual Moderno.
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